Splitting: Qué es y cómo afecta tus relaciones emocionales

El splitting o división psicológica es un mecanismo de defensa donde las personas perciben la realidad en extremos opuestos: bueno o malo, amor u odio, sin matices intermedios. Este patrón cognitivo, frecuente en trastornos de personalidad como el límite, puede destruir relaciones al convertir a los demás en héroes o villanos según el estado emocional del momento. ¿Cómo reconocer cuando estás cayendo en esta trampa mental?

La psicología detrás del pensamiento dividido

Nuestra mente busca simplificar la complejidad humana, pero el splitting lleva esto al extremo. Como un hacha que parte un tronco en dos mitades claras, este mecanismo fractura las percepciones en categorías rígidas. Estudios del Journal of Personality Disorders muestran que aproximadamente el 15% de pacientes con depresión mayor presentan este patrón de forma marcada.

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Foto por Kevin Schmid en Unsplash

Un ejemplo clínico: María idealizaba a su nueva pareja durante las primeras semanas («es perfecto»), hasta que un pequeño desacuerdo la llevó a devaluarlo abruptamente («es un egoísta»). Estas oscilaciones bruscas, típicas del splitting, generan inestabilidad emocional y conflictos relacionales.

Raíces en la infancia

Los terapeutas suelen rastrear este patrón hasta experiencias tempranas con cuidadores inconsistentes. Cuando un niño recibe amor y rechazo de la misma figura significativa, aprende a «separar» estas experiencias para protegerse. Con el tiempo, esta estrategia adaptativa se convierte en un filtro distorsionado para procesar relaciones adultas.

Señales de que estás usando el splitting

No siempre es fácil reconocer este patrón en uno mismo. Algunos indicadores clave incluyen:

  • Cambios abruptos en cómo valoras a alguien (de «me entiende completamente» a «nunca me ha comprendido»)
  • Dificultad para recordar cualidades positivas de alguien cuando estás enfadado
  • Tendencia a categorizar grupos sociales como «todos buenos» o «todos malos»
  • Sentir que las discrepancias menores invalidan toda una relación
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Foto por Issy Bailey en Unsplash

Un estudio de la Universidad de Michigan encontró que personas con alta tendencia al splitting muestran mayor actividad en la amígdala (centro emocional) y menor en la corteza prefrontal (regulación racional) durante conflictos interpersonales.

Impacto en las relaciones

Las dinámicas que genera este patrón suelen seguir un ciclo predecible pero destructivo:

  1. Idealización inicial intensa
  2. Expectativas irreales sobre la otra persona
  3. Frustración ante imperfecciones inevitables
  4. Devaluación abrupta de la relación

¿El resultado? Parejas que pasan de la luna de miel al divorcio emocional en semanas, amistades que terminan por malentendidos menores, o entornos laborales tóxicos donde los colegas alternan entre aliados y enemigos.

Cuando el splitting se vuelve abuso

En casos extremos, este patrón puede alimentar comportamientos manipuladores. El acosador psicológico suele alternar entre tratos exquisitos y desprecios brutales, dejando a su víctima confundida y dependiente. Esta táctica, conocida como «idealización-devaluación», explota la necesidad humana de coherencia.

Romper el ciclo

Superar el splitting requiere desarrollar lo que los psicólogos llaman «tolerancia a la ambivalencia» – la capacidad de sostener emociones contradictorias sobre una misma persona. Algunas estrategias efectivas:

  • Practicar el matiz: Sustituir «siempre/nunca» por «a veces/en ciertas situaciones»
  • Listas de realismo: Anotar tanto virtudes como defectos de personas importantes
  • Pausa emocional: Esperar 24 horas antes de tomar decisiones relacionales importantes
  • Terapia dialéctica: Un enfoque especialmente útil para integrar opuestos

La meditación de atención plena también muestra resultados prometedores. Un ensayo clínico publicado en Mindfulness encontró que 8 semanas de práctica redujeron significativamente los patrones de pensamiento polarizado en participantes con tendencias al splitting.

Cuando buscar ayuda profesional

Si este patrón está dañando significativamente tus relaciones o bienestar, considerar terapia podría ser crucial. Especialistas en trastornos de personalidad, terapia cognitivo-conductual o enfoques como el MBT (Mentalization Based Treatment) ofrecen herramientas específicas.

Recuerda: las personas reales son como paisajes complejos, no como dibujos de dos colores. Aprender a habitar los matices es quizás uno de los viajes más transformadores que podemos emprender.

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Carolina Herraiz

Desde que tengo memoria, me ha fascinado descifrar los hilos invisibles que tejen nuestras emociones, decisiones y sueños. Cuando no estoy escribiendo, me encontrarás leyendo algún libro de neurociencia, tomando café de más o con mi amiga perruna Kira

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