El sesgo de supervivencia nos hace idealizar el pasado al recordar solo lo positivo que perduró, ignorando lo negativo que desapareció. Este fenómeno distorsiona decisiones actuales, especialmente en culturas latinas donde la nostalgia refuerza percepciones erróneas sobre política, música y tradiciones. Reconocer este mecanismo psicológico ayuda a evaluar tanto el presente como el pasado con mayor objetividad.